La alcaldesa y el jefe de la Policía de Amanalco, el esposo de la presidenta municipal de Tonatico, mandos policiales de Ixtapaluca, Naucalpan y Tejupilco, y un oficial de Texcaltitlán que se suicidó para evitar ser capturado. Ellos son los protagonistas de la Operación Enjambre, la primera redada del Gobierno de Claudia Sheinbaum contra una red de funcionarios corruptos en el Estado de México acusados de colaborar con la delincuencia y de estar involucrados en asesinatos, secuestros y extorsiones. “No habrá protección contra funcionarios coludidos con la delincuencia”, afirmó la presidenta en su conferencia de prensa de este lunes. Las detenciones fueron anunciadas por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública, para mandar el mensaje de que la corrupción no será tolerada y pedir un voto de confianza para la estrategia gubernamental contra el crimen, anclada en fortalecer las labores de inteligencia y la coordinación entre autoridades. El golpe judicial y mediático contra la colmena llegó también en un momento álgido de la crisis de violencia en el país, uno de los principales frentes abiertos en el arranque del nuevo Gobierno.
Los involucrados
La Operación Enjambre puso en la mira a siete funcionarios en activo, que cayeron después de que la Fiscalía estatal les siguiera la pista durante meses por sus vínculos y los anillos de protección que brindaban al crimen organizado. Los arrestos se dieron el viernes, uno tras otro, en coordinación con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Marina, la Policía del Estado de México y la Secretaría de Seguridad de Harfuch, el hombre a quien Sheinbaum ha encomendado la pacificación del país. El despliegue incluyó más de 1.500 elementos de las distintas corporaciones.